El jardín de los senderos



Se analizará el cuento de Jorge Luis Borges, “El jardín de los senderos que se bifurcan”, tomando como método de análisis los elementos de la novela policial, sus códigos de verosimilitud, y efectos producidos en el plano de la lectura.
Respecto de la verosimilitud, en el comienzo del cuento hay una descripción que remite al libro, “Historia de la Guerra Europea de Liddell Hart” (Borges, 05: 125), donde se describe una demora en el ataque por parte de Inglaterra a Serre-Montauban. Pero desde el segundo párrafo, se transcribe la historia narrada por Yu Tsun, que agrega al hecho bélico información pertinente. Este armado por el narrador da verosimilitud al cuento al referirse a hechos reales, como la Primera Guerra Mundial, así como la idea de investigación histórica que despierta este formato. El mismo efecto verosímil da la “Nota del Editor” (Borges, 05: 125) que explicita el carácter dudoso del homicidio de Víktor Runeberg. El narrador por medio de estos procedimientos se caracteriza a sí mismo como un editor que recopila materiales para una investigación histórica. El narrador toma distancia de los hechos que cuenta como un testigo lejano, juega el rol de detective de la historia. Pero el carácter verosímil se quiebra a medida que Yu Tsun camina, no ya al destino de aquel a quien iba a asesinar, sino por un laberinto de senderos, acompañado por una imperceptible música china, y más cuando se encuentra con Stephen Albert: las reflexiones masivas sobre el tiempo y los laberintos, un reencuentro casual del personaje con su pasado, hecho que se explicará mas adelante en este trabajo, rompen la verosimilitud, y la narración adopta un carácter místico, se deja de lado, por un momento, la persecución, para investigar las bifurcaciones del tiempo.
Partiendo de la tipología planteada por Todorov (ver bibliografía), se analizará el formato del cuento considerando dos historias: la primera es la del editor que investiga un hecho histórico, y la segunda es la que narra Yu Tsun. En la primera se inscribe el hecho que se debe revelar a través de la segunda, y en la segunda se encuentran los elementos que resuelven el enigma de la primera. El editor es un “detective” que investiga las circunstancias que dieron lugar al primer crimen, que es el bombardeo, y en la segunda, Yu Tsun es quien conoce ese misterio y lo cuenta. Entonces, tomando el cuento en su totalidad, se adjudicará al genero policial de enigma, por contener dos historias de las cuales la primera remite al crimen, y la segunda a la explicación de éste. En la redacción de Yu Tsun, también hay elementos de la novela de enigma: suspenso por la anticipación de elementos que se explican al final, la inmunidad de Madden, que cumple el papel de detective que encarcela al asesino, y la geometría, el último exacerbado, literalizado, y una inversión, porque lo que el lector conoce es el punto de vista del homicida, Yu Tsun, y no el de Madden. El narrador anticipa “ahora que mi garganta anhela la cuerda” (Borges, 05: 126) y  la mención de su jefe que “en vano esperaba noticias (...) examinando infinitamente periódicos...”, que se comprende al final de la historia, cuando Yu Tsun es condenado a la horca, y cuando dice que su jefe esperaba el nombre de la ciudad que debían bombardear, y que éste se le debía comunicar por medio de los periódicos, que esta ciudad se llamaba Albert, y que por eso Yu Tsun debió asesinar a Stephen Albert, resolviéndose el enigma del primer y segundo crimen. En la historia el enigma cuenta con un carácter literal, forma parte de la trama: no sólo el lector trata de descifrar el enigma del policial en sí, sino que además está el enigma que Yu Tsun debe revelar: el nombre Albert; a su vez, Albert le revelará a él el enigma del laberinto que construyó su antepasado, Ts’ui Pên, que consistía en una novela sobre un laberinto de tiempo con bifurcaciones. Y hay laberintos dentro de laberintos y enigmas dentro de los enigmas, y esto representa una circularidad en la trama: el jardín de los senderos que se bifurcan es un libro que habla sobre el tiempo, la palabra tiempo no se pronuncia porque es la respuesta a la adivinanza, es decir, el libro es una adivinanza o laberinto, y el personaje llega a la casa de Albert a través de un laberinto de senderos que se bifurcan. Yu Tsun llega hasta ese destino porque debe matar a Albert para revelar un enigma a su jefe, y estando ahí se le revela el enigma del libro. Una cosa que remite a la misma cosa, obtiene un carácter circular. El círculo aparece en la luna, en una referencia a Las mil y una noches, en un reloj, y en la casualidad con que se encuentra Yu Tsun cuando llega al jardín: buscaba sólo revelar un nombre, pero se encuentra con su pasado, “Reconocí (...) algunos tomos manuscritos de la Enciclopedia Perdida que dirigió el Tercer Emperador de la Dinastía Luminosa” (Borges, 05: 134), la música china, lo remiten a su infancia, a su raza amarilla, y estar dos veces en el mismo lugar implica una circularidad del tiempo. La trama también está construida con números: uno, dos, y múltiple. “Uno” aparece respecto del capitán Madden cuando se presenta al final del cuento, en el jardín, entre los espectros de dobles que se dibujaban para Yu Tsun, y una sola es la bala que tiene Yu Tsun en su pistola. “Múltiple” es la cantidad de bifurcaciones del tiempo, de finales de la novela, de dobles. Y “dos”, repetido innumerables veces, remite, entre otras cosas, a la bifurcación misma, a los dobles, incluso Yu Tsun dice “me dije adiós en el espejo” (Borges, 05: 129) tenue absurdo que exacerba el carácter de lo doble. Y hay dos Albert, la ciudad y Stephen Albert, y dos historias con dos crímenes, la del editor con el crimen de la guerra, y la de Yu Tsun que asesina a Albert. Además, el capitán Madden es doble de Yu Tsun, dado que se asemejan en un aspecto muy particular: Madden es acusado de tibieza por ser un “Irlandés a las órdenes de Inglaterra” (Borges, 05: 126), pero Yu Tsun es un Chino a las órdenes de Alemania. Y lo doble aparece en el aspecto racial: en Madden confluyen dos razas, en Yu Tsun también, y en Albert, que es inglés, pero sinólogo.

Borges, Jorge Luis, “El jardín de los senderos que se bifurcan” [1944], Ficciones, Buenos Aires, Emecé y La Nación, 2005.
Todorov, Tzvetan, “Tipología de la novela policial”.

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